En política, alguien tiene que hacer el trabajo sucio

BIEN Y A LA PRIMERA
COLABORACIÓN 5 DE JUNIO 2018
MTRO. OMAR ESPINOSA HERRERA

Tres semanas nos separan de la Jornada Electoral y las campañas negras están a la orden del día y son las redes sociales por su inmediatez, las que revelan lo peor de quienes están buscando un puesto de elección popular, generando (o al menos intentándolo), descontento social, confusiones e indecisiones en muchos electores, quienes tenemos que ver las contiendas electorales cada vez más llenas de acusaciones y con menos propuestas.
Hace unos días la candidata a diputada federal por el décimo distrito de la coalición “Por Puebla al frente” Ana Cristina Ruiz Rangel, presentó denuncia por violencia política de género en la Procuraduría General de la República (PGR) en contra del alcalde con licencia de San Pedro Cholula y también candidato a diputado local de Morena por el distrito 20 José Juan Espinosa Torres, luego que éste se enfrascara en una discusión vía Twitter y donde calificó de “infeliz y frustrada” a Ruiz Rangel, solo por clausurar de manera simbólica los parquímetros colocados durante su administración en las calles del Pueblo Mágico y que presumiblemente están fuera de Ley.
Espinosa Torres tuvo que hacer mutis, porque de incurrir nuevamente en violencia de género podría causarle incluso, que el INE le retire su candidatura. Así que la estrategia tenía que ser otra para responder, pues como siempre, el antes miembro del partido Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, no podía quedarse con los brazos cruzados.
Y se le ocurrió que entonces el revire vendría de la candidata de su partido (Movimiento de Regeneración Nacional) en Cholula. Fue así que la ex locutora Nayeli Salvatori Bojalil presentó una denuncia por daño moral y violencia política de género en contra de Ruiz Rangel, al acusarla de que en un mensaje de Twitter al inicio de la campaña, dijo que “para dignificar la política, ella (Ana Cristina), no tenía que encuerarse por una curul, como la candidata de Morena”. Lo curioso es que, suponiendo sin conceder, pasó un mes para que el equipo de campaña de Salvatori se diera cuenta de ese mensaje o bien, parece que según sean los intereses, se busca cualquier detalle para responder lo que no les convenga durante la campaña; al parecer no hay preparación dentro del equipo de la controversial presentadora de canciones radiales.
¿Alguien dijo moral, dignidad o decencia?
La política en México, sus partidos políticos, instituciones y representantes, no son para nada un modelo global donde prevalezcan los valores morales o el sentido humano, ese que en palabras del intelectual y filósofo español, Fernando Savater, “ha dejado de estar de moda, ya no se usa y está en retroceso”.
Nayeli Salvatori debiera entonces no prestarse (por dignidad) a presentar denuncias de violencia de género, pues la ponen en franca desventaja; solo hay que recordar las innumerables grabaciones que circulan en redes sociales, en las que Salvatori agrede la dignidad de las mujeres con palabras altisonantes (por demás vulgares), haciendo comentarios entre otros, que critican la maternidad, así como expresiones verbales y gesticulares que distan mucho de ser dignas de un comunicador respetable. Chocan pues la congruencia, la coherencia, la decencia y la moral.
Y si bien, el próximo 1 de julio los electores estaremos decidiendo quién nos habrá de representar en la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, igual que en la Cámara de Diputados local y presidencias municipales, en el Distrito 10 con cabecera en San Pedro Cholula, el máximo deber ciudadano es estar atentos, reflexivos, con mente fría, pues como lo señala también Savater: “eso es lo que hay que exigir; no se trata de exigir moral sino que el político funcione bien como político…” “…No se trata de pedirle a los gobernantes que “sean morales”; se trata de elegir a los que den señales de ser más íntegros”. ¿O cómo ven?
Y cuando se acaba el presupuesto, también baja el rating.
Por cierto, hablando de ex conductores en medios, me dicen que también en San Pedro Cholula el que anda muy preocupado es Luis Alberto Arriaga Lila, candidato Morenista a la alcaldía, quien en las últimas semanas ha tenido que caminar las calles del municipio con cada vez menos colaboradores, pues muchos de ellos aún cobran y otros trabajan en el actual Ayuntamiento, pero que al ser detectados por los equipos de Julio Lorenzini Rangel, Margarita Tlapa y Eduardo Zacatelco, tuvieron que dejar de “apoyar” al otrora diputado local priísta.
Será que esa frase de “un político pobre, es un pobre político”, ¿aquí está ahora aplicando?
Hágame saber sus comentarios.

Mtro. Omar Espinosa Herrera
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