La LX Legislatura del Congreso de Puebla acabó con los “bonos, prebendas, cañonazos, cochinitos y amenazas”, que se caracterizaban por entregarse y orquestarse en contra de los anteriores diputados locales para que cumplieran las ordenes de quienes tenían el poder en las anteriores administraciones estatales.
Así lo expuso el líder de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, en el marco de su 2do Informe de Labores como titular del Congreso del Estado de Puebla.
Durante una sesión solemne que se realizó de forma virtual a consecuencia del COVID-19, el también coordinador de los diputados locales de Morena, indicó que la LX Legislatura también acabó con “una camarilla rapaz”, que se caracterizó por no debatir temas que realmente eran importantes para la ciudadanía.
Aunque jamás citó a las administraciones emanadas del PAN, el legislador indicó que en el Congreso del Estado de Puebla no se amenaza o se acalla a la posición, ni mucho menos se entregan “sobres regordetes” para doblegar su ideología.
También refirió que se presentó una denuncia por malversación de recursos ante la Fiscalía General del Estado (FGE), por 8 millones de pesos que fueron ejercidos por la anterior legislatura que en este caso, se caracterizó por tener una mayoría panista.
“Existe verdadera libertad porque no se amenaza a los diputados locales que votan en contra, donde no se aplasta o se acalla a la posición, pero sobre todo, donde no se intenta comprar con sobres regordotes la voluntad de un diputado”.
Recordó que se han presentado 839 reformas de ley, además de impulsar seis nuevas leyes en 67 sesiones que se clasifican como públicas, permanentes y extraordinarias.
Destacó que las más representativas corresponden a la eliminación del Fuero Constitucional, la Ley de Educación de Puebla donde se prohíbe el cobro de cuotas para la inscripción de los alumnos y reforma electoral, que desarticuló la maquinaria que en su momento permitió a las anteriores administraciones continuar al frente de sus cargos.
