Carlos Gómez / @gomezcarlos79
En el momento más crítico de la historia de Puebla por la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo el senador, Rafael Moreno Valle, el estado se encaminaba a un precipicio de manera irremediable y los pronósticos no eran buenos.
En la disputa por la gubernatura interina el PAN y Morena no guardaron armas y siguieron una lucha sin tregua que arrastraban desde la contienda electoral entre Martha Erika Alonso y Miguel Barbosa.
El panorama era sombrío para el estado.
No había un solo espacio sin zozobra ante la incertidumbre del presente y el futuro.
En medio de esa tormenta política y social, de una guerra sin tregua entre dos grupos políticos y con la pesada sombra de la muerte de la gobernadora se tomó la decisión por parte del Congreso de nombrar a Don Guillermo Pacheco Pulido como mandatario interino.
Era una pesada loza que requería de experiencia, oficio y un talento especial para lograr la estabilidad social, un proceso electoral ejemplar y retomar el camino de la civilidad política y social.
En pocos meses el gobernador Guillermo Pacheco logró lo impensable en donde no hubo impugnaciones formales por parte del PRI y PAN ante el triunfo de Morena y de Miguel Barbosa.
El proceso electoral se mantuvo en el área política y jamás trastocó la débil estructura social con la que arrancamos este 2019.
Guillermo Pacheco prácticamente estuvo sentando en los primeros días en un barril de pólvora que en cualquier momento podía estallar por todo lo ocurrido en diciembre del 2018.
Sigue pendiente una explicación oficial y convincente sobre la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.
Aunque sabemos que sin importar la versión oficial seguirán las dudas sobre las verdaderas causas de la muerte de la gobernadora y el senador.
Eso es ajeno a Guillermo Pacheco y él lo sabe.
El próximo 15 de julio cuando rinda su Informe de Labores podrá sentirse pleno y satisfecho.
Logró tranquilizar al estado, transitar por una difícil elección y encaminar otra vez a Puebla al rumbo del orden y el progreso.
Desde luego que hay varias asignaturas pendientes como la seguridad pero en el corto tiempo que estará al frente del Gobierno no se podía exigir más de lo que se hace.
El miércoles 31 de julio Don Guillermo Pacheco dejará la gubernatura y su legado de estabilidad y orden que dejará para Puebla será recordado por muchas generaciones.
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