El difícil inicio de Claudia Rivera Vivanco

Carlos Gómez / @gomezcarlos79C
Claudia Rivera Vivanco ha tenido un difícil inicio en la preparación del arranque de su gobierno en el Ayuntamiento de Puebla por su falta de experiencia en cargos públicos.
Después de su contundente victoria electoral, la alcaldesa electa comenzó un camino por cuenta propia y se desmarcó de fondo y forma de la lucha de Morena por la gubernatura.
Aunque declaró en múltiples ocasiones que era leal a la lucha de Morena, en la práctica estuvo más cerca de Luis Banck y Tony Gali que de sus correligionarios –bajo el justificado argumento de que era necesario conocer el tema de la seguridad y administración pública-, lo que provocó mayores diferencias con Miguel Barbosa y confrontaciones públicas con Gabriel Biestro y José Juan Espinosa.
Después de que fue reportada la dirigencia nacional de Morena por su cercanía con los morenovallistas, la alcaldesa no tuvo una correcta lectura y aceptó un viaje conjunto con Luis Banck a Estados Unidos.
Ese viaje aumentó más las sospechas de su lealtad al partido de Andrés Manuel López Obrador.
Hasta ahí quedó el tema político y sus pleitos con sus compañeros de partido.
Después aceptó otro viaje a Colombia.
Ahí es donde la sociedad entró de lleno a criticar a la presidenta municipal electa.
A nadie convence su argumento de la necesidad de conocer experiencias exitosas en otros países cuando, en teoría, ya trae en mente un proyecto de gobierno que ofreció desde su campaña.
La falta de asesores con experiencia que hagan correctas lecturas políticas y sociales no le permite a Claudia Rivera tomar mejores decisiones y la han colocado en un punto de alto riesgo antes de empezar su administración.
Y ayer fue más que evidente.
Una vez que presentó el logotipo que será su imagen institucional, las redes sociales estallaron en su contra.
Hubo burlas, memes, enojo y múltiples expresiones de decepción por la imagen que usará en su administración.
A nadie le gustó el logotipo y existe el consenso social de que debe cambiar esa imagen por otra mejor hecha y que esté a la altura de la importancia que tiene la ciudad de Puebla.
Y ante esa crisis mediática y de redes sociales el equipo de la alcaldesa no supo cómo reaccionar.
Aunado a lo anterior declaró que no se bajará el salario, y tampoco sus regidores, como prometieron en campaña y el enojo aumentó en redes sociales en su contra.
Una vez más su equipo no supo cómo superar esa crisis.
Claudia Rivera creó altas expectativas en su campaña y en este periodo ha dejado mucho que desear.
Por el bien de Puebla es necesario que tome mejores decisiones y entienda que ya terminó la campaña y las porras para Andrés Manuel López Obrador.
Es momento de que tome decisiones correctas.
Aún tiene tiempo de corregir el rumbo y empezar con el pie derecho su gobierno.
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