Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Poca gente en la vida se mantiene firme a sus principios e ideales.
Poca gente es capaz de ser y actuar de manera congruente.
Omar Jiménez era uno de esos raros seres humanos que decían y hacían lo que sus principios, sus valores y su pensamiento indicaba que era lo correcto.
A veces era una llamada, a veces era un mensaje de WhatsApp, a veces era un mensaje en sus redes sociales, pero siempre hubo un trato respetuoso y amable.
Omar Jiménez sabía que su batalla contra la concesión del agua en Puebla era una lucha casi imposible de ganar, pero nunca se rindió.
Una y otra vez se enfrascó en verdaderos pleitos legales con los representantes de Agua de Puebla.
Una y otra vez ganó amparos en defensa de gente vulnerable.
Omar Jiménez era uno de esos extraños hombres que perseguía un objetivo de justicia social.
No para él, ni para su familia, su trabajo era para la gente que no podía enfrentar a un corporativo por los injustos cobros por el agua.
Su preparación académica como abogado le permitía defender a la gente vulnerable y también lo llevó al cargo de síndico del municipio de Puebla.
Un cargo que cumplió con mucho orgullo y mucha responsabilidad.
Pero jamás dejó de ser un activista social, porque su lucha cotidiana no era por cargos o por dinero del erario.
Este fin de semana, después de asistir a un foro en defensa del agua, Omar Jiménez perdió la vida junto con Julia Salas, otra activista igual de valiosa.
A Puebla le hacen falta muchos activistas como Omar Jiménez.
A Puebla le hará falta Omar Jiménez, porque deja un enorme hueco vacío.
Descansa en paz estimado Omar.
Tu lucha por la defensa del agua seguirá hasta que llegue la justicia por la que tanto peleaste.
** ** **
gomezcarlos79@gmail.com