Carlos Gómez / @gomezcarlos79
El asesinato del candidato de Morena en Acatzingo, Jaime González Pérez, es el fiel reflejo de la impunidad con la que operan los delincuentes en varias partes del estado de Puebla.
Ya se había advertido por parte de candidatos a la gubernatura, Alejandro Armenta y Eduardo Rivera, la necesidad de aumentar la seguridad para garantizar la seguridad de todos los aspirantes a puestos de elección popular.
Lamentablemente no existe la capacidad operativa para resguardar a todos los candidatos a puestos de elección popular, pero sí existen zonas de alto riesgo como es el caso de Acatzingo, Tecamachalco, Quecholac, Amozoc, Texmelucan, Tehuacán y otros tantos más en la Mixteca Poblana y Sierra Norte.
Es momento de que las autoridades, los partidos políticos y el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado hagan un diagnóstico de riesgos, debido a que el crimen de Jaime González es un reflejo de la vulnerabilidad de los candidatos ante los grupos de delincuentes.
También es urgente que la Fiscalía General del Estado detenga a la brevedad a los asesinos del candidato de Morena en Acatzingo para conocer el móvil del homicidio.
La elección ya se manchó de sangre y se deben reforzar todas las medidas de seguridad para evitar más crímenes en Puebla.
La elección ya está en riesgo.
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