¿Dónde están los funcionarios de Claudia Rivera Vivanco?

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Los primeros días de Claudia Rivera como presidenta municipal de Puebla han resultado caóticos para ella por una sencilla razón: sus funcionarios no la ayudan, están mudos, parecen de ornato y la alcaldesa ha tenido que dar la cara a todos los problemas que se han presentado.
Es una terrible falla de estrategia del área de Comunicación permitir la sobreexposición de la alcaldesa en entrevistas, en donde ha quedado en evidencia su falta de experiencia, que no hay un trabajo de fondo en cuanto a preparar una estrategia mediática y exhibe la falta de organización al interior de su equipo.
Vamos por partes.
En estos primeros días hubo dos asaltos a usuarios del transporte público de las rutas 63 y 65, un médico baleado en un atraco en San Francisco Totimehuacán y un hombre linchado en las inmediaciones de la Central de Abasto.
A parte de que aún no se nota la estrategia de seguridad de la titular de la SSPTM, María de Lourdes Rosales, ésta tampoco da la cara.
Ella debió dar una declaración o fijar una postura sobre el linchamiento y no lo hizo.
Eso provocó que la presidenta se equivocara y aceptara que se enteró por Cinco Radio de lo que estaba sucediendo.
Es decir, ni su secretaria de Seguridad fue capaz de avisarle antes lo que estaba ocurriendo en la zona de la Central de Abasto.
Eso se pudo evitar con una postura inmediata de María de Lourdes Rosales sobre los acontecimientos, antes de que hablara la alcaldesa.
Lo mismo ocurre con los más de cien despidos que se han dado en el Instituto Municipal de Planeación, la Sala de Regidores, el Instituto de las Mujeres, entre otras áreas.
Es responsabilidad del secretario de Administración, Leobardo Rodríguez Juárez, dar la cara y explicar los lineamientos de la recontratación o despidos.
Pero también está mudo.
Y nuevamente dejan que Claudia Rivera asuma ese costo político y quede en el papel de mala con los trabajadores, de la mujer que no cumple compromisos de campaña y que no tiene palabra.
Y lo mismo ocurre cuando en redes sociales le exigen obras y servicios y ella tienen que hacer frente a los cuestionamientos.
Es más, el propio René Sánchez Galindo, secretario de Gobernación salió a dar dos declaraciones: que los ambulantes se quedarán en el Centro Histórico y que dialogarán con los trabajadores despedidos que se instalaron en el zócalo.
Es decir, se lavó las manos y no dio solución a ninguno de los dos temas.
El caso más claro de la falta de oficio de René Sánchez es el pleito entre Gonzalo Juárez e Israel Pacheco por el control del Sindicato.
No debió permitir que Claudia Rivera asistiera ayer al territorio de Gonzalo Juárez porque eso inclinará el pleito a favor éste pero con un costo político alto para la alcaldesa porque corre el riesgo de convertirse en rehén de Luis Banck a través del sindicato.
Lo peor que le puede pasar a un alcalde o alcaldesa es tener a un líder sindical fuerte porque le genera contrapesos innecesarios y será chantajeada con paros laborales.
Ya lo verá.
Es momento que Armando Rocha redoble esfuerzos y ayude a la alcaldesa con una estrategia efectiva de Comunicación para evitar que siga en el ojo del huracán.
En pocas palabras, debe quitarle presión, sobreexposición y poner a trabajar al resto de gabinete.
En resumen, Claudia Rivera debe comandar el equipo y no hacer el trabajo de vocera de todos.

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