
A varias horas de las votaciones, los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura y alcaldía de Puebla, Enrique Doger Guerrero y Guillermo Deloya Cobián, admitieron su derrota del 1 de julio.
En primer lugar, Enrique Doger Guerrero, puntualizó que asume las consecuencias de los votos que obtuvo durante la elección y que no le permitieron llegar a la gubernatura de Puebla.
Sentenció que pese a la derrota electoral del PRI, equivalente a poco más de 500 mil votos, no significa que el partido esté muerto electoralmente para futuras elecciones.
También condenó la ola de violencia vivida durante la jornada comicial del domingo, cuando se registraron actos vandálicos, destrozo de papelería electoral, robo de urnas y la muerte de dos priistas en el municipio de Chignahuapan.
Por su parte, Guillermo Deloya Cobián, convocó a la virtual ganadora del cargo público de la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Rivera Vivanco, a la reconciliación social para sacar adelante su proyecto político en favor de la capital.
Señaló que no ve una derrota electoral en su candidatura a la presidencia municipal, sino un aprendizaje para su carrera política para continuar trabajando en favor de las causas sociales.