Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Este fin de semana, militantes del PRI en el municipio de Zacapoaxtla destaparon a Néstor Camarillo para que sea su candidato a la gubernatura de Puebla en el 2024.
El diputado y líder estatal del PRI agradeció las muestras de apoyo, pero dejó en claro que aún falta mucho, aunque no está descartado que participen en el proceso electoral sin el PAN.
Esto debería ser un llamado atención para el PAN y en especial para el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera, debido a que en términos prácticos necesitan al PRI para competir y tratar de ganarle a Morena en el 2024.
Algo que no debe perder de vista Lalo Rivera es que el PAN es una marca muy fuerte en la capital y la zona metropolitana, pero al interior del estado no tiene la fuerza suficiente para ganarle a Morena.
El PRI tiene en sus últimas votaciones alrededor de 435 mil votos en todo el estado y su principal fortaleza política, en estos momentos, es en el interior.
Eso quiere decir que, si Eduardo Rivera va sin el PRI en el 2024, entonces dividirá el voto y le dará mayores oportunidades a Morena de ganar las elecciones.
La razón es muy sencilla: la división del voto favorece a Morena.
Así que el PAN debería tomar muy en serio el factor PRI para el 2024 y abrir espacios reales de alianza para asegurar que vayan juntos por la gubernatura o pondrían en riesgo las próximas elecciones.
Morena tiene cartas muy fuertes para competir como son Nacho Mier y Alejandro Armenta, en tanto que el PAN apostará todo con Lalo Rivera y si se concreta la candidatura de Néstor Camarillo entonces el voto se dividiría a favor del partido de AMLO.
La ecuación política es muy sencilla: el PAN necesita del PRI por su fuerza al interior del estado para vencer a Morena en el 2024.
Si van separados, el PAN tendría muchas menos posibilidades de triunfo.
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