Danzón número 2, la obra de concierto mexicana más escuchada e interpretada en el mundo

Alondra de la Parra, Berlin, 2023, Copyright www.peterrigaud.com

La Sinfonía imposible se inspira en temas tan actuales como el cambio climático, la resiliencia, la equidad de género, la migración, la empatía, la controversia y la utopía, conformando cada uno de es- tos tópicos un movimiento en el que un instrumento es el protagonista.

“Estos son, por ahora, algunos poquísimos de los problemas imposibles que anhelo ver solucionados. Sé que hay más, pero tratar de solucionar cualquiera de ellos es como pedirle peras al olmo”, reflexiona el maestro Arturo Márquez.

SINFONIA IMPOSIBLE: LAS PERAS DEL OLMO (ARTURO MÁRQUEZ):

CAMBIO CLIMÁTICO (PRINCIPIO)
Para orquesta. Considerado como la urgencia más importante, aborda la lucha entre el hombre y la naturaleza. Su devastación. Plantea un contraste al asignarle a las cuerdas el rol de la naturaleza, y a los alientos y las percusiones el de la humanidad.

RESILIENCIA

Para corno francés (Felix Klieser) y orquesta. El corno es el protagonista de es- te movimiento, en el cual le acompañan las cuerdas y los metales y se prescinde de las maderas.

EQUIDAD (DE GÉNERO)
para dos violonchelos (Michael Korman, Rolando Fernández) y orquesta. Un hombre y una mujer tocando retratan el conflicto en la equidad de género.
La pugna eterna contra el machismo. En contraste con el movimiento precedente, éste es muy virtuoso y brillante y concluye cuando, idealmente, ambas voces coinciden en equilibrio.

SIN RETORNO (MIGRACIÓN)
Para clarinete (Sacha Rattle), trompeta (Pacho Flores) y orquesta. Aborda la difícil situación de la migración humana, la lucha diaria en busca de mejores condiciones de vida.

MAGICICADA (EMPATÍA)
Para flauta (Gili Schhwarzman), contrabajo (Edicson Ruíz) y orquesta.
Un ejemplo espléndido lo vemos en dos especies de cigarras que habitan en el Este de Estados Unidos y salen a reproducirse, unas cada 13 años y las otras, cada 17.

Se ha documentado que en 1998, convergieron en Missouri por primera vez ambas especies desde 1777.

Qué mejor ejemplo de respeto al espa- cio del otro. Coincidir cada 221 años es su manera de mantener viva a su especie. Para representar a estas dos especies eligió la flauta y el contrabajo.

CONTROVERSIA
Para dos violines (Guy Braunstein, Nemanja Radulovìc) y orquesta de cuerdas. Un par de tercos representados por dos violines, que siempre estarán en des- acuerdo, aunque, en el fondo, el discurso de ambos sea el mismo dicho con otras palabras.

Musicalmente esto se logra al decir las mismas notas, ya sea escritas en espejo o de manera retrógrada: es el reflejo de un mismo discurso.

A los dos violines solistas les acompañan todas las cuerdas en este movimiento cuya escritura virtuosísima evoca un concerto grosso.

UTOPÍA MAYOR
Para trombón tenor (Jôrge van Rijen) trombón bajo (Stefan Schulz) y orquesta. Este movimiento es emocionante, muy cercano al segundo, en el que se aborda la resiliencia, por eso están colocados lo más distantes entre sí y tiene como instrumento solista a los trombones.

CAMBIO CLIMÁTICO (FINAL)
Para orquesta. A manera de corolario, aquí se insiste en el problema más urgente que amenaza a la humanidad, el cambio climático, presentando de nuevo el primer movimiento, pero con un final diferente. Contundente.

Este álbum incluye también la interpretación de las Variaciones concertantes, Op. 23, del compositor argentino Alberto Ginastera, por parte de la Orquesta Imposible, que también contó con la participación de solistas como Kristi Shade, Matvey Denim, Karen Forster, Tamar Inbar, Virya Quesada, Shari Mason y Matías Piñeira.

Y finalmente lo logró. Se ensambló una orquesta compuesta solamente por músicos solistas, trabajando al límite.

Imperdible, este disco imposible con Alondra de la Parra, Arturo Márquez, Alberto Ginastera y la Orquesta Imposible.

La columna de esta semana ha terminado. Pueden ir en paz.

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