Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Claudia Rivera es uno de esos personajes extraños en la política local.
Fue candidata a la Presidencia Municipal de Puebla en el 2018 y ganó.
En tres años se enfrentó a Miguel Barbosa de diversas formas y en distintas trincheras, con saldos negativos en diversos rubros, pero sobrevivió.
Fue candidata a la Presidencia Municipal de Puebla en el 2021 y perdió.
Muchos pensaron que ahí había terminado su corta carrera política.
Pero la muerte de Miguel Barbosa y el cierre del terrible episodio de persecución política le abrió una pequeña rendija para volver a la vida política activa y estuvo en la encuesta por a la gubernatura.
A veces perdiendo se gana y eso le sucedió porque ahora juega en dos pistas: el Senado y la Presidencia Municipal de Puebla.
Su camino parece ser el Senado, pero está lista para el Ayuntamiento de Puebla.
Claudia Rivera es de esas jugadoras que no se rinden, ni se bajan de la contienda antes de tiempo.
Sabe que sobrevivió a la persecución política del barbosismo, se sobrepuso a la derrota electoral del 2021 y está metida de lleno en este proceso de Morena en el 2024.
Aún no está claro cuál será su destino en este año.
Pero su madurez política ya le abrió un panorama más claro para construir un proyecto más fuerte para el 2030.
Claudia Rivera sabe que su congruencia política, su paciencia y su juventud la harán llegar más fuerte en el 2030.
De eso no tenga dudas.
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