Claudia Rivera pierde más que Lalo Rivera por la cancelación del debate

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Claudia Rivera Vivanco, Paola Migoya, Eduardo Rivera, Guillermo Deloya y Victor Gabriel Chedraui, todos candidatos a la presidencia municipal de Puebla, acudieron al conversatorio local agenda. Foto: Es Imagen

La cancelación del debate entre los candidatos a la Presidencia Municipal de Puebla es una pésima señal para la democracia poblana y para la candidata de Morena.
¿Quién tuvo miedo?
¿A qué temen?
No se puede justificar por parte del Instituto Electoral del Estado y por parte de los equipos de los candidatos que no se hayan puesto de acuerdo para celebrar el debate.
Evidentemente hubo una estrategia orquestada para poner todas las piedras posibles en el camino para evitar el debate.
Está claro que el equipo de Eduardo Rivera trata de cuidar la imagen del candidato del PAN en estos momentos en que pelea codo a codo con la candidata de Morena la Presidencia Municipal de Puebla.
Hubo claras denuncias y advertencias por parte de los equipos de campaña de Claudia Rivera Vivanco, Paola Migoya y Guillermo Deloya de que el equipo de Eduardo Rivera Pérez haría hasta lo imposible por frenar el debate.
Y, pese a todo, lo logró.
Se podrán decir mil cosas.
Que Eduardo Rivera tuvo miedo.
Que tiene mucha cola que le pisen.
Entre otras tantas.
Sin embargo, en una campaña electoral casi todo se vale.
La cancelación del debate –desde el punto de vista del panista- no es miedo, es estrategia.
Y el equipo de Eduardo Rivera ha demostrado más colmillo, tiene experiencia y las circunstancias lo favorecen.
Desde luego que al equipo de la candidata de Morena, Claudia Rivera Vivanco, una vez más le faltó oficio político.
El debate era una prioridad para la candidata de Morena y no lo consiguió.
Les faltó empuje, estrategia y herramientas legales y mediáticas para presionar al IEE para obligarlo a realizar el debate.
La cancelación del debate favorece a Eduardo Rivera Pérez y perjudica a Claudia Rivera Vivanco.
Evidentemente esto no marcará el rumbo definitivo de la elección, pero es una oportunidad de oro que se fue entre las manos a Claudia Rivera.
Ahí está el caso del conversatorio del Tec de Monterrey.
A Lalo Rivera no le fue nada bien.
Por eso sus estrategas jugaron a la cancelación del debate y lo lograron.
Ya veremos si a Claudia Rivera no le pesa el 1 de julio este descalabro estratégico de su equipo de campaña.

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