Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Tal y como se esperaba el mejor arranque de campaña a la gubernatura fue el de Miguel Barbosa quien demostró el “músculo” político que tiene al abarrotar el Centro Expositor y dejar en claro que la estructura de Morena está más que lista para alcanzar un triunfo arrollador.
El discurso conciliador, el llamado a la unidad y el ofrecimiento de hacer una campaña de propuestas y no de guerra sucia marcaron el arranque de la campaña de Barbosa.
A Miguel Barbosa lo arroparon los líderes nacionales de Morena, PT y PVEM, así como figuras como Nancy de la Sierra y Claudia Rivera en un gesto de que la unidad va en serio para conseguir un triunfo inobjetable.
Todo lo contrario ocurrió en el arranque de campaña del candidato del PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas.
Al doctor lo dejaron solo los líderes nacionales de esos partidos en una clara muestra de que no les interesa su campaña.
El deslucido inicio de campaña de Enrique Cárdenas amenaza con convertirse en el sello de sus eventos porque muy poca gente lo apoyó este domingo y los panistas ya quedó claro que no se van a sumar.
La campaña de Cárdenas va directo al precipicio.
Y en el caso de Alberto Jiménez Merino las cosas están igual o peor que Enrique Cárdenas.
La presencia de Mario Marín y su declaración del tema de Lydia Cacho le robaron la atención al arranque de su campaña.
El candidato priista fue opacado por el ex gobernador y su discurso no causó mayor impacto.
Fue un error del candidato invitar al ex gobernador porque aún pesa una imagen negativa sobre Mario Marín y eso no ayuda a Jiménez Merino.
Esta es una primera lectura del arranque de las campañas en donde queda claro que el favorito no decepcionó y los otros dos candidatos estarán sólo de testigos y no de actores en la campaña.
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