Por José Antonio de la Vega Moreno
Uno de los 10 municipios mágicos con los que cuenta el estado de Puebla, es Atlixco, que encabeza la morenista, Ariadna Ayala.
Atlixco está encendido, teñido de rojo y con una clara ausencia de autoridad.
Ariadna Ayala a vísperas de cumplir cinco meses en la administración, ha demostrado su alta incapacidad de administrar.
Vamos, no sabe gobernar.
Desde su llegada el 15 de octubre a este municipio, ha demostrado su nula capacidad para llevar las riendas de este pueblo mágico.
No solo por los brotes de violencia que se han desatado en ese municipio.
Sino también, salta a la vista la falta de estrategia social para impulsar el desarrollo de los diversos sectores de la sociedad.
Preocupa y sobre manera que Atlixco, no cuente con una autoridad fuerte, decidida a acabar con los problemas sociales, desigualdad y la inseguridad.
Los 10 ejecutados del martes por la noche en ese municipio, muestran que de ser un pueblo atractivo se ha convertido en un pueblo destructivo.
Alcanzado por la delincuencia organizada, que por omisión o comisión no se le hace frente.
La inacción en materia de seguridad pública, no solo pone la morenista en aprietos a sus gobernados, sino a las autoridades estatales.
Ya tuvo que salir el gobernador a decir que en actos como los ocurridos en Serdán -que tampoco hay que olvidar y Atlixco, se tiene que responder fuerte.
Ariadna Ayala, si quiere salir de ese atolladero, tendrá que ponerse a trabajar.
Tendrá que responder fuerte.
Atlixco le pide a gritos seguridad.
Atlixco le pide a la morenista que le urge estrategia social.
A Atlixco lo salva su actividad turística.
Al Atlixco cruento, le falta presidenta.
