Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Hay una enorme diferencia entre el juicio electoral que interpuso Alejandro Armenta y su mensaje de diálogo con Miguel Barbosa.
Sin embargo, cae en una terrible ambigüedad.
¿Está dispuesto a llegar hasta el final en su juicio ante el TEPJF o prefiere el diálogo?
La asistencia de ayer de Yeidckol Polevnsky en el Senado de la República para dialogar con varios de los integrantes del Senado es una clara señal de que hay órdenes contundentes de frenar, de una vez por todas, las señales de rebeldía a favor de Armenta.
No hay que perder de vista que varios senadores de Morena tienen la firme intención de convertirse en los próximos candidatos a las gubernaturas de sus respectivos estados.
¿Quién se atreverá a pelearse con la líder nacional de Morena rumbo a las próximas candidaturas a las gubernaturas?
Todo indica que los senadores que anteriormente apoyaron a Alejandro Armenta lo abandonarán para respaldar sus propios intereses.
Y es normal.
El llamado que hace Alejandro Armenta para buscar el diálogo parece llegar un poco tarde.
Pero era necesario para terminar con las absurdas versiones de que jugará a favor del PAN o de que podría convertirse en su candidato.
Nada de eso ocurrirá.
Alejandro Armenta es un hombre de principios y cuando su ciclo se terminó en el PRI y decidió enfrentar al morenovallismo desde Morena entendió cuál era su mejor espacio.
Morena le abrió la puerta al Senado y ya dijo que se quedará en el partido de AMLO.
Y de eso nadie debe tener dudas.
El mensaje de diálogo de Armenta pronto podría tener una buena respuesta, sobre todo real, por parte de Miguel Barbosa.
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