Por José Antonio de la Vega Moreno
En una ciudad tan conservadora como Puebla, el debate de ir o no a favor del aborto divide a la sociedad, altera la relación y disuelve la convivencia social.
Ayer, marchas nuevamente en las calles a favor y en contra del aborto, bien se pueden traducir en ir en contra de dejar decidir o no a la mujer sobre su cuerpo, su gestación y su intención de vida.
Grupo Pro-Vida abrazó la catedral de Puebla para demostrar que está en contra de la decisión de abortar.
A ellos les comparto una frase.
“Estamos a favor de la legalización del aborto porque las católicas también abortamos”
(Frase atribuida a: Martha Alanís, Titular de Católicas por el Derecho a Decidir)
Otra
“No se trata aborto sí o aborto no. El aborto ya existe. La criminalización lo único que logra es poner en riesgo sus vidas y su salud”
(Mariana Carvajal, periodista)
Otra frase que traduce un excelente escenario para abrir su aprobación es:
“Si este proyecto fuese rechazado llevarán de por vida sobre sus espaldas a las muertas que de aquí en más produzca la industria del aborto clandestino”
(Muriel Santa Ana, actríz)
Otra de las organizaciones que salió a las calles fueron las Pro-Aborto quienes están a favor de despenalizar dicha práctica.
La disputa en favor o en contra del aborto que ya comenzó en las calles, tiene que llevarse al pleno del poder legislativo para su discusión, análisis, debate, estudio y en su defecto aprobación o aplazamiento del mismo.
Miro y observó dos cosas. Llevar a debate al pleno del poder legislativo, la decisión es política, pasarla a un debate a la sociedad es de consciencia.
Retomo otra frase contundente de María de los Ángeles Roberto, profesora en ciencias.
“El patriarcado eclesiástico quiere hacer creer a las mujeres que se convierten en asesinas si desean abortar. No hay ningún mandamiento que diga: NO ABORTARAS.
Aborto o no aborto, he ahí el dilema.
