
Por Raúl Torres Salmerón
Don Luis G. Benavides Ilizaliturri, fundador y Director del Centro Internacional de Prospectiva y
Altos Estudios (CIPAE), organizó el Simposio 70 años de Educación Permanente, con motivo del
septuagésimo aniversario de docencia y de labor educativa.
En las instalaciones de la 3 poniente 711 en el Centro Histórico de Puebla Capital, ante un
numeroso grupo de amigos y discípulos, impartió la conferencia La Educación Permanente. Una
Revolución Conceptual en Educación. 1975-2025.
Comenzó como maestro en San Luis Potosí en 4º de primaria, con 62 estudiantes en 1955.
Cumplió por tanto 70 años aprendiendo a ser maestro, sin festejos y agradeció a la vida esta
oportunidad que le ha brindado.
El experto en educación, externó las siguientes reflexiones sobre el tema:
-La educación permanente es un concepto, un proyecto, un modo de vida, una metodología
educativa y un movimiento social para construir la Nación que somos, la Patria que queremos y la
esperanza en el Futuro.
-De esta concepción educativa, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos hace
planteamientos muy importantes que son la vía para todos los procesos educativos que nos
constituyen como seres humanos mexicanos.
-En este mundo todo mundo habla de paz, pero es un fruto de valores.
-Todo lo que tiene relación con el ser humano como los derechos humanos, ideologías, derribar
gobiernos, cantantes, ropa, políticos, religiones, aranceles, globalización, masacres y guerras,
antropometría, salud infantil, competencias, constructivismo, gestión escolar y competitividad,
actualmente son de úsese y tírese.
-Sin embargo, en todo el mundo se habla de valores. ¿Qué son los valores? Es un vocablo
ambiguo, una opción confusa entre varias definiciones. Los valores son principios fundamentales
que guían la conducta de las personas y les ayudan a distinguir lo que es correcto de lo que es
incorrecto.
-Son creencias y convicciones que influyen en cómo una persona actúa, se relaciona con los demás
y toma decisiones. La escala de valore se define al saber a qué le dices sí y a qué le dices no, ahí
radica la libertad.
-La exigencia de liberación es un reto que hoy debemos aceptar: ¿Puede la educación renunciar a
ser el instrumento más eficaz para lograrlo?
-El proceso evolutivo de la humanidad no puede darse sin educación.
-¿Qué es el ser humano? Descubrimientos actuales muestran que lo que asumíamos como
impronta humana fundamental y exclusiva: amor, compasión, solidaridad, fe y justicia, son
producto de procesos bioquímicos y proceden de estructuras neuronales concretas.
-¿Qué es la escuela? Por etimología, proviene del protoindoeuropeo de la raíz segh que significa
asir, tomar fuertemente del brazo, retener con poder y viene del vocablo sánscrito sajate que es
retener. La escuela como edificio no se aplicó sino hasta fines del siglo XVI, probablemente 1590.
-El desenvolvimiento histórico personal, individual o colectivo, se denomina Educación y no puede
reducirse a la escuela. Por ejemplo, a Mario Delgado, quien es titular de la Secretaría de Educación
Pública (SEP), lo definió como un Secretario de Escuelas de Becas, de Snacks, de Antropometría y
de Deportes.
-La educación es el único medio para humanizarse. El proceso educativo es la promoción del ser
humano al estado perfecto del ser humano en cuando ser humano que es el estado de la virtud,
según Santo Tomás de Aquino.
-El ser humano auténtico es el que posee un ethos que lo humaniza y lo hace virtuoso de lo
‘humano’. La educación permanente genera una actitud básica práctica y existencial que se
traduce necesariamente en una forma de vida y en un comportamiento que responde a una
utopía, es decir, a una visión de un futuro que nos compromete a traer al presente como una
realidad tangible, pero… ¡Ya!
-La educación permanente demanda un nuevo educador que sea docente, tutor, mediador,
promotor social, metodólogo, gestor del conocimiento, guía de la producción y ejemplo de ser
humano. Así debe ser un educador que trate de profesar la educación permanente.
-Debe saber superar conceptos, que recuerde que ‘nadie educa a nadie’ porque tenemos un
proyecto común, que aplique la educación como un proceso que nadie puede llevar a cabo por
otro y que no pierda de vista que al educarnos nos hacemos humanos o inhumanos, por la
modificación de nuestro sistema de relaciones, lo cual se manifiesta en nuestro desempeño al
pensar, al sentir, al decidir, al actuar, al omitir, al desear.
Finalmente, don Luis Benavides expresó que se debe regresar la educación mexicana a sus
auténticos fines: aprender sin vacaciones a ser pueblo soberano; eliminar esclavitudes; desarrollar
armónicamente todas las facultades del ser humano, convivir humanamente, hacernos
ciudadanos.
Manifestó que la convivencia humana significa aprender a respetar la dignidad de la persona, y la
integridad de la familia; privilegiar el interés general sobre el interés personal; realizar la
fraternidad como raza humana que somos; vivir la democracia como sistema de vida,
comprometida con el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo; extender el
sentido de fraternidad para que supere fronteras como solidaridad con todos los pueblos, en la
justicia y la independencia.
En fin, como escribió Antonio Machado (España, 1875-1939), en sus Galerías:
Tarde tranquila, casi
con placidez de alma,
para ser joven, para haberlo sido
cuando Dios quiso, para
tener algunas alegrías… lejos,
y poder dulcemente recordarlas.
raultorress@hotmail.com