Discriminación: el espejo incómodo de nuestra sociedad en números

Gerardo Galicia

Hoy traemos a la mesa un tema sensible pero necesario: la discriminación. Este fenómeno, muchas veces normalizado o invisibilizado, permite observar cómo se comporta una sociedad hacia quienes no comparten el mismo color de piel, cultura, edad, clase social o preferencia sexual.

Para entender de qué hablamos, empecemos por definirlo. De acuerdo con la Real Academia Española, discriminación es “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc.” Una definición clara que, sin embargo, no logra dimensionar el profundo impacto que este comportamiento tiene en la vida de millones de personas.

Durante marzo de 2025, la empresa INDAGA, en colaboración con una universidad en Puebla, realizó un estudio para conocer el grado de discriminación entre personas de 18 a 55 años. Los datos revelados no solo son preocupantes, sino que también reflejan una realidad que ya había sido documentada por el INEGI en la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022.

Veamos algunos datos clave:

A la pregunta general ¿Te has sentido discriminado?, las respuestas fueron:

Sí: 36.7%; Parcialmente: 10.1%; No: 40.5%; No sabe / No contestó: 12.7%
Respecto a los motivos por los cuales los encuestados dijeron haber sido discriminados:

Apariencia física: 14.2%; Discapacidad: 12.2%; Edad: 10.1%; Religión: 13.6%; Sexo: 13.8%; Clase social: 8.9%; Orientación sexual: 11.7%; Manera de hablar: 10.6%

Una de las preguntas más reveladoras fue: ¿Has discriminado a alguien por alguna condición diferente a la tuya como creencia, sexo, clase social, orientación sexual o apariencia física? A esto, 38.4% respondió que sí y 8.2% parcialmente. Es decir, casi la mitad reconoció haber ejercido algún tipo de discriminación.

También preguntamos: ¿Has presenciado algún acto de discriminación en el último año? El 60.3% respondió que sí. Entre las causas observadas:
Discapacidad: 15.1%; Religión distinta a la mayoritaria: 13.3%; Personas indígenas: 11.7%; Preferencia sexual: 20.3%; Mujeres: 19.2%; Personas mayores: 5.7%; Condición económica: 14.7%

Estos datos reflejan una sociedad profundamente fragmentada. Y no estamos hablando de un problema aislado. Según la ENADIS 2022 del INEGI, el 23.7% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en los últimos 12 meses, siendo la apariencia física, el color de piel y la forma de vestir algunas de las causas más frecuentes.

La discriminación es un fenómeno complejo que niega el valor de las personas y, con ello, sus derechos. Por eso, es urgente abrir espacios de reflexión y acción. Universidades, escuelas, gobierno, asociaciones civiles y medios de comunicación deben asumir un rol activo. No se trata solo de hacer conciencia, sino de transformar prácticas cotidianas que perpetúan el rechazo, el desprecio y la exclusión.

Si no lo hacemos ahora, seguiremos mirando al otro con recelo, perpetuando una sociedad donde la diferencia se castiga en lugar de celebrarse.