A 10 años del brutal secuestro y tortura de estudiantes de la BUAP, José Fidel Sánchez Juárez, uno de los afectados, denunció públicamente los hechos ocurridos el 8 de febrero de 2015.
En una rueda de prensa, Sánchez Juárez relató cómo él y otros 8 jóvenes fueron secuestrados, torturados y amenazados por un grupo armado, bajo las órdenes del exrector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, y el exgobernador Rafael Moreno Valle, quienes buscaban sofocar la huelga de hambre que los estudiantes realizaban en defensa de la educación pública.
El testimonio de Sánchez Juárez reveló la violación a los derechos humanos que se cometieron en aquella madrugada, los estudiantes fueron sometidos a desaparición forzada, mantenidos en cautiverio durante varias horas, y amenazados con la misma suerte que los 43 estudiantes de Ayotzinapa, quienes aún se encuentran desaparecidos.
Puntualizó que después de ser abandonados en un terreno baldío, los jóvenes quedaron marcados por las consecuencias físicas y psicológicas de las torturas.
Sin embargo, mencionó que a una década de este hecho, los responsables siguen impunes, pues afirmó que durante la administración de Rafael Moreno Valle y la rectoría de Alfonso Esparza, se cometieron abusos a los derechos humanos, y se destaparon actos de corrupción, como el desfalco de recursos en la BUAP y el uso indebido de ellos.
Por ello, la comunidad universitaria, junto con las víctimas de estos crímenes, exige una investigación exhaustiva sobre la gestión de Esparza, Rodolfo Zepeda Memije y otros actores involucrados en los hechos de violencia.
Además, exhortó a una auditoría integral del periodo 2013-2021 en la BUAP, y que se implementen mecanismos que garanticen la no repetición de estos abusos.
Finalmente José Fidel Sánchez Juárez, exigió justicia y reparación del daño por parte de Esparza Ortiz, además de un compromiso real con la defensa de los derechos humanos y la educación pública en el estado.
