

El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, aseguró que no tiene injerencia en el Poder Judicial, por lo que no pudo haber influido en la liberación del exgobernador del PRI, Mario Marín Torres.
Este lunes, el próximo titular del Poder Ejecutivo se deslindó del caso legal de Marín, al señalar que “no es Ministerio Público ni juez” para ordenar el cambio de medidas cautelares que revocó la prisión preventiva justificada.
Apuntó que la intención de vincularlo con el exmandatario estatal corresponde a una campaña de desprestigio que iniciaron desde el proceso electoral para perjudicarlo, por parte de ciertos actores políticos.
Sobre las acusaciones que realizó la periodista Lydia Cacho, quien responsabilizó a Armenta Mier por la liberación de Mario Marín, el gobernador electo sostuvo que respeta la lucha que ha emprendido la periodista en los últimos años.
“Es un proceso en el cual yo no tengo ninguna injerencia, yo soy gobernador electo, no Ministerio Público ni juez, ni pertenezco a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ni tengo representación en el Poder Judicial, por lo tanto no puedo agendar un tema que no es de mi competencia”, comentó.
El sábado pasado, la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez ordenó el cambio de medidas causales para que Mario Marín continúe su proceso en libertad por el delito de tortura, cometido en 2005 en agravio de Lydia Cacho.
El exgobernador permanecerá en prisión domiciliaria y regresará a vivir a la capital poblana, en tanto se desahoga su proceso y espera una sentencia firme.