El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa, ha dicho en repetidas ocasiones que tiene pruebas de un enriquecimiento inexplicable de sus contrincantes, Martha Erika Alonso y Enrique Doger Guerrero.
Ayer El Universal documentó que el candidato de Morena a gobernador y su familia tienen bienes por 25 millones de pesos y la respuesta de Luis Miguel Barbosa fue señalar que esa información forma parte de una estrategia de guerra sucia en su contra.
Y dijo que tiene pruebas para demostrar que los verdaderos “archimillonarios” son Martha Erika Alonso y Enrique Doger.
¿Y las pruebas?
En estos momentos en que Miguel Barbosa ha sido cuestionado por su declaración 3de3 y los inmuebles que no incluyó en su declaración valdría la pena que las presentara ante los medios de comunicación.
No resulta muy convincente su argumento de que en su “momento” las presentará.
Así como están las cosas, este sería un buen momento para presentar las “pruebas” que tiene.
Miguel Barbosa ha señalado que Enrique Doger dejó de ser candidato del PRI para convertirse en vocero de Rafael Moreno Valle.
Quizá tenga razón, pero en política la percepción es muy importante y en estos momentos se percibe que Miguel Barbosa está acorralado por los morenovallistas con el apoyo de Enrique Doger.
También se debe señalar que Miguel Barbosa no ha encontrado una persona con el suficiente peso y credibilidad para convertirse en su vocero que pueda ayudarle en estos momentos difíciles de su campaña.
El candidato a gobernador de Morena tiene un reducido margen de maniobra ante la estrategia morenovallista y no ha sabido cómo enfrentar la ola de críticas en su contra.
Miguel Barbosa es un hombre que sabe la importancia de los medios de comunicación, sin embargo, se encuentra distante de éstos.
Habrá que esperar un cambio de estrategia mediática del candidato de Morena a gobernador, porque los morenovallistas ya encontraron su punto débil y no lo van a soltar en las siguientes semanas.
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