VIDEO: Muerte y destrucción deja Florence en EU; conmociona deceso de bebé arrastrado por el agua

Un hombre evacua a su hermano y a su cuñada junto a sus mascotas tras el desbordamiento del río Cape Fear en Burgaw, Carolina del Norte, FOTO: REUTERS (JONATHAN DRAKE). VÍDEO: ATLAS

EL PAÍS

La trágica muerte de Kaiden Lee-Welch, un bebé que fue arrastrado por la corriente de una inundación en Charlotte, Carolina del Norte, ha aumentado a 32 el número de víctimas fatales causadas por Florence. El menor de un año estaba desaparecido desde el domingo, cuando el coche en el que viajaba con su madre, Dazia Lee, fue empujado por el torrente. Lee, de 20 años, se desabrochó el cinturón de seguridad e hizo lo mismo con el su pequeño, pero el curso del agua se lo arrebató. Lee-Welch es el fallecido número 25 del Estado más afectado por la tormenta, declarado en situación de emergencia. Los otros seis fallecidos son de la vecina Carolina del Sur y de Virginia. Vastas zonas del sureste de Estados Unidos continúan inundadas por el azote del ciclón, ahora degradado a depresión tropical, que deja además daños estimados en miles de millones de dólares.

La oficina del alguacil del condado de Union, Carolina del Norte, corroboró este martes que los equipos de búsqueda habían recuperado el cadáver de Kaiden Lee-Welch: “Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia del pequeño y con todos aquellos agentes de la ley que colaboraron en su búsqueda. Es una situación muy triste”, sostuvo. El cuerpo fue encontrado la noche del lunes a 4 metros y medio bajo el agua. Lee, la madre, contó a The Washington Post que salió en coche a ver a su abuela porque solo estaba lloviendo y le pareció que no habría peligro. Sin embargo, en un momento el agua comenzó a caer más fuerte y vio que el vehículo empezaba a flotar. Asustada, aparcó y se desabrochó a ella y al niño, pero la fuerza de la corriente lo despojó de su pecho.

Aunque Florence ha perdido potencia gradualmente desde el pasado martes -cuando era un huracán categoría 4- sigue produciendo fuertes lluvias con “inundaciones catastróficas” en las Carolinas, además de posibles “inundaciones repentinas” en Delaware, Maryland y Pensilvania, aclaró el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Todavía no hay un dato estimado de cuántos de los cientos de miles de evacuados de la costa este ya han regresado a su hogar. De lo que sí hay certeza es que unos 500.000 usuarios todavía no recuperan la electricidad.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) adelantó que Florence continuará debilitándose al avanzar hacia el noreste el martes, pero pronostica “lluvias intensas” y “abundantes inundaciones fluviales” en las Carolinas y al sur de Virginia en los próximos días. Las autoridades insisten en que el riesgo de deslizamientos de tierra y desbordamientos de ríos persiste, así como posibles tornados. “Es una tormenta épica que continúa, algunas áreas aún no han sufrido la peor inundación”, apuntó Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, al describir la ruta del “desastre monumental”. Más de una decena de ríos en Carolina del Norte están desbordados o amenazan con subir a niveles críticos.

En Pollocksville, un pueblo de Carolina del Norte afectado por el desborde del río Trent, 21 personas y siete perros han sido evacuados por socorristas. “Recibimos una llamada del condado y entramos con cuatro botes de rescate a medida que el nivel del agua aumentaba”, dijo Omar Bourne, un rescatista de Nueva York. En Raleigh, la capital estatal, más de 300 personas se encuentran alojadas en un refugio de la Cruz Roja en un campus universitario.

Wilmington, una ciudad portuaria de 120.000 habitantes, estaba casi totalmente aislada por tierra, pero los servicios de emergencia han logrado llevar hasta allí 23 camiones con alimentos y agua embotellada para abastecer a la población. “Estamos lidiando con situaciones muy, muy difíciles”, declaró el alcalde Bill Saffo en su cuenta de Twitter, pero se ha mostrado esperanzado: “Vamos a superar esto”.

Aunque las condiciones mejoraran, las autoridades instan a la población a no viajar aún debido al riesgo de inundaciones repentinas que pueden atrapar a los automovilistas. “Muchas carreteras todavía están bajo riesgo de inundaciones”, advirtió Cooper. “Por favor, no se conviertan en alguien que necesite ser rescatado”, añadió. “Esta tormenta no ha terminado y grandes inundaciones podrían producirse durante toda la semana”, tuiteó la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, que ayer lunes visitó Carolina del Norte para seguir de cerca las tareas de socorro y discutir con el gobernador Cooper los esfuerzos de recuperación.

El presidente Donald Trump firmó el domingo una declaración de desastre natural para Carolina del Sur, que permite disponer de ayuda federal adicional por Florence. Trump dijo la semana pasada que viajaría “pronto” a las áreas afectadas. La empresa de análisis financiero CoreLogic estima que el daño causado por Florence se acercará a los 170.000 millones de dólares, superando las pérdidas de Katrina en 2005 y Harvey en 2017.

Fuente: EL PAÍS