VIDEO: Anson Wong sólo tiene 6 años y quiere curar el cáncer

EL PAÍS
Puede que Anson Wong sea un genio. Al menos las televisiones y los periódicos de Atlanta, lugar donde vive este pequeño de seis años con sus padres Alice y Angelo, así le presentan. Y también hay un puñado de vídeos en YouTube donde el niño demuestra sus asombrosas habilidades: desde reconocer las letras del alfabeto antes de cumplir un año a explicar el sistema inmunológico con apenas cuatro.

¿Y cuál ha sido la fórmula educativa milagrosa? “Prácticamente le dejamos hacer lo que quiere” reconoce su madre, Alice. “Muchos padres tienen horarios para sus hijos. Les marcan cuándo es la hora de estudiar, cuándo es la hora de comer, cuándo la de dormir… A Anson le damos absoluta libertad. Puede leer o jugar cuando quiere. Puede comer o no. Y duerme cuando le apetece. Aunque obviamente le ponemos límites… si son más de las diez, tiene que irse a la cama”, concluye una madre a la que solo le falta añadir “puede que sea un genio, pero solo tiene seis años”. La aparente indisciplina, más propia de Pippi Lamstrung que de unos padres responsables no ha perjudicado a Anson, quien saca todo el provecho posible a la tecnología que le rodea en su día a día. Angelo, por ejemplo, asegura que le anima a preguntar a Siri o Alexa (las asistentes de Apple y Amazon respectivamente) cualquier duda que le surja para que aprenda a investigar y explorar por su cuenta.

En varias biografías se recoge la anécdota de que un pequeño Orson Welles, con solo un año y medio de edad, miró fijamente al doctor que le atendía en su casa y le dijo con una pronunciación perfecta: “El deseo de estudiar medicina es uno de los grandes rasgos que separan al hombre de los animales”. Welles, que con diez años dibujaba, actuaba, escribía teatro y tocaba el piano, fue uno de los más grandes creadores del siglo pasado. Wong todavía es un niño, aunque tiene claro qué quiere hacer de mayor: “inventar una máquina que cure el cáncer”. Si lo consigue algo habrán tenido que ver sus padres, aunque según Angelo su filosofía se limita a “fomentar su curiosidad, enseñarle a ser resolutivo y animarle siempre”.

Texto: José L. Álvarez Cedena

Fuente: El País