La batalla legal entre PAN y Morena por la gubernatura apenas empezó y va para largo.
Las balaceras y robo de urnas del pasado domingo y los golpes del martes en el Hotel MM son dos signos violentos de la disputa por la gubernatura entre Martha Erika Alonso y Miguel Barbosa.
Pero la gubernatura no la van a ganar mediante balaceras y golpes.
Lo realmente importante es el pleito en los tribunales electorales.
Lo que puede dar un vuelco trascendental es la papelería electoral hallada en el Hotel MM porque Morena podría sustentar su denuncia del fraude electoral.
Si la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE) confirma que se trata de papelería oficial que no debería estar en manos de los panistas, entonces Morena habrá dado un golpe fundamental para anular o revertir las tendencias electorales.
Sin embargo, si los panistas demuestran que no es papelería ilegal la que fue sustraída a golpes por Morena, entonces tiene amplias posibilidades de mantener la ventaja electoral a su favor.
Por eso es fundamental el trabajo en estos momentos de la FEPADE.
No obstante, Morena debe ganar más de una batalla legal en este largo camino.
Primero deberá sortear el Instituto Electoral del Estado, en donde se anticipa una derrota para Morena.
Después tendrá que pasar por el Tribunal Electoral del Estado, en donde también se prevé otra derrota legal.
Pero la verdadera batalla legal se dará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ahí es donde Morena tendrá su verdadera oportunidad de ganar o anular las elecciones en Puebla.
Pero para llegar a esa instancia legal pueden pasar muchas semanas o meses.
Y mientras no se resuelva estaremos inmersos en un ambiente de incertidumbre que a nadie conviene y mucho menos por los actos violentos del domingo y el martes.
Morena y el PAN deben entender que la batalla es legal y no con armas y golpes.
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