Un año del feminicidio de Patricia Mora

Mayra Sánchez García

Hace ya casi un año, justamente era noviembre del 2017, cuando los encabezados periodísticos anunciaron el hallazgo del feminicidio número noventa; el cuerpo de Patricia Mora Herrera fue encontrado cubierto con una lona en un predio de Calcahualco.
Regresaba de un curso del municipio de Teziutlán y había llamado por teléfono a su esposo para avisar que iba camino a casa; la familia luego de varias horas de esperarla pidió a la autoridad municipal iniciar la búsqueda.
Lamentablemente, horas después la policía local reportó el hallazgo. Todo fue muy rápido, la llamada, el hallazgo, la sepultura y justo ese segundo fin de semana de noviembre, empezó el peregrinar de la familia y de los amigos. Profesores y ciudadanos protestaron por el crimen; exigieron al gobernador de Puebla una investigación a fondo, castigo a los asesinos y poner un alto a la violencia feminicida en Puebla.
Este fin de semana fue trágico para la familia de Patricia, habían sido víctimas de la inseguridad que azota a nuestro estado. En su cabeza sigue apareciendo el número “noventa”, el día y la hora que fijaron su peregrinar en favor de la justicia.
En reciente encuentro con Jacobo Mora; la forma en que por sus mejillas se escurrieron sus lágrimas, no sólo me produjeron un vacío en el estómago y, decidí a partir de ese momento apoyar y no callar no sólo en el caso de Paty, sino ser la voz -o la pluma- de cientos de mujeres que hoy están muertas y sus familias piden justicia.
Como mexicanos necesitamos que alcemos la voz; como madres, como hijas, como hermanas, como tías, como vecinas, como amigas tenemos que poner un alto ante todo este trágico escenario. Si las estadísticas siguen a la alza, es que las autoridades no están cumpliendo con su trabajo.
¡Necesitamos que se active con urgencia en Puebla la AVGM ¡y necesitamos que el trabajo de investigación de la Fiscalía se apegue a la verdad y al compromiso sustentado en la perspectiva de género.
Estamos, cansados de vivir en la impunidad. Estamos hartos de no encontrar respuesta pronta ni sensata a las preguntas que las autoridades deben responder con eficacia y eficiencia.
“Estamos heridos de muerte. Estamos en pie de lucha. Estamos hermanados por el dolor de algunos que se vuelve el dolor de muchos y debiera ser dolor de todos “
El expediente de Paty ha estado plagado de irregularidades, en la entrevista del 2017, Jacobo hermano de Paty refirió que:
“el sábado 11 de noviembre, a las 12 del día, el médico forense, Arturo Ortuño, me pide que compre, de mi bolsillo, los materiales para la necropsia. De su puño y letra anotó (conservo la hoja): 3 tubos tapa roja Vacutainer; 4 recolectores de orina Dacryl; 1 litro de formol; 1 litro de alcohol; 2 metros de franela color gris; 1 ½ de nylon grueso color negro; 2 jeringas de 10 ml”. (Ver. www.debate.com.mx/opinion/La-tragedia-de-los-peregrinos)
Ni Jacobo ni nadie podemos creer, que el gobierno no provea de material de trabajo a sus empleados; ni mucho menos entendemos que a un año del feminicidio de Paty y pese a la natural presión mediática, el caso sigue estancado.
Con estos hechos la familia se vuelve cada día una doble o triple víctima. Cada acción inexistente por parte de la Fiscalía poblana lacera y lastima a las ya lastimadas familias de las víctimas.
A un año del feminicidio de Patricia.
En reciente charla con Jacobo, afirmó que la Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla, bajo la titularidad de Ignacio Alvízar, tampoco ha resulto la pensión de Patricia, a pesar de que tenía oficio de comisión por trabajo en el municipio de Teziutlán.
En otro orden de ideas, se sabe que el médico legista Arturo Ortuño, quien practicó la necropsia a Patricia, y quien le solicitó a Jacobo la lista de materiales para realizar su trabajo; hace unos días frenó su coche en la puerta de la familia Mora en Zacapoaxtla y, le pidió a Jacobo que se retracte de sus dichos y su búsqueda porque “no se puede jubilar”, argumentando que nunca había tenido problemas en su trabajo, pero ahora, con el caso de Patricia, todo -infirió- estaba complicado .
¿Qué conoce la fiscalía que no permite la jubilación de Ortuño? ¿será la ineficiencia de Ortuño que no puede o no quiere resolver el caso de Patricia? ¿cuál será el trasfondo que no quieren salga a la luz pública?
Todas estas preguntas saltan a la palestra y mientras tanto, en el juzgado de oralidad penal de Teziutlán, siguen tratando a los feminicidas con mano muy suave, como si el feminicidio de Patricia no tuviera importancia.
En el caso de Paty como en infinidad de casos de feminicidios en Puebla, no hay perspectiva de género, pero si hay una institucionalidad feminicida, de la mano de la desigualdad hacia las víctimas que son mujeres.
Quienes enfrentan un proceso judicial en temas de feminicidio siguen siendo juzgados sin el rigor del crimen por el que se les investiga. La ola de impunidad cada día crece más.
Hoy por hoy, debemos pugnar para que donde exista alguna situación de vulnerabilidad o discriminación por razones de género, impere la justicia y la perspectiva -de género- en aras de encontrar la igualdad, el esclarecimiento de los feminicidios y juzgar con todo el rigor de la ley a quienes hayan quitado la vida a cientos de mujeres poblanas y a quienes hayan caminado manchados por la complicidad.
La marcha del 3 de noviembre .
Y en el marco de esta búsqueda de justicia; de que miles de voces sean escuchadas; las familias mexicanas víctimas de los feminicidios marcharon el pasado sábado del Ángel de la Independencia al zócalo capitalino.
La fiesta de los fieles difuntos se convirtió en una ola de cruces y pancartas que conmemoraron la pérdida de miles de mujeres. Reflejaron el dolor que está cimbrando México: los feminicidios.
Pese al descredito mediático del OCNFeminicidio México, cientos de hombres y de mujeres marcharon convocados por “Voces de la Ausencia” y de “Justicia y Justicia” quienes organizaron esta primera acción multitudinaria.
México, exige justicia. Las familias revictimizadas exigen el esclarecimiento de los feminicidios. Existen tantas interrogantes alrededor de ellos. Hoy, ya es tiempo de que el gobierno de respuestas, implemente acciones, active protocolos y evidentemente acompañe en pie de lucha el dolor de miles de familias mexicanas que como la familia de Patricia Mora aún necesitan mucha luz en este peregrinar.
Al tiempo.
@mayrusmayrus7
@divandelamujer