¿Qué quedará del PRI después del 1 de julio?

Carlos Gómez / @gomezcarlos79

La inminente derrota de José Antonio Meade en las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio provocó que Francisco Ramos Montaño y Jesús Morales saltaron del barco antes de que se hunda por completo.
Para Francisco Ramos y Jesús Morales la debacle priista alcanzará, sin remedio, a Enrique Doger y por eso ya le dieron la espalda al proyecto tricolor.
Y lo mismo ocurre con el líder de la CTM, Leobardo Soto, y la dirigente del Consejo Taxista, Erika Díaz, quienes ya dieron la espalda al PRI y van con todo su apoyo para que gane Martha Erika Alonso.
A la mitad de la campaña Enrique Doger ve como se pulveriza el PRI.
El panorama luce peor al que estaba proyectado.
Todos sabíamos que José Antonio Meade no era el mejor candidato que podría postular el PRI para las elecciones federales, pero resultó peor de lo que se pensaba.
Todos sabíamos que la lista de traidores del PRI en Puebla aumentaría pero no tan descaradamente como ocurrió con Francisco Ramos, Jesús Morales y Leobardo Soto.
El evidentemente distanciamiento entre Enrique Doger y Guillermo Deloya hunden más al PRI.
El Partido Revolucionario Institucional es un auténtico desastre.
Carlos Barragán, Enrique Doger y el propio Javier Casique han admitido de manera pública la falta de recursos para la campaña.
Pero eso no es lo peor.
Lo realmente grave es que los priistas ya están resignados a quedar atrás de Morena y el PAN en los resultados electorales del próximo uno de julio.
La derrota electoral ya está en su mente y prácticamente se han dado por vencidos mucho tiempo antes de lo esperado.
La pregunta es ¿qué quedará del PRI después de su desastre electoral?
Ruinas y nada más.
Estamos presenciando la peor debacle priista en el estado de Puebla.
Pasarán muchos años para que el PRI se convierta otra vez en una fuerza electoral en territorio poblano.
Estamos ante su extinción.
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gomezcarlos79@gmail.com