Los políticos “chaqueteros” están de moda

BIEN Y A LA PRIMERA

COLABORACIÓN 26 DE JUNIO 2018

MTRO. OMAR ESPINOSA HERRERA

 

 

El problema no es que haya “políticos chaqueteros”, pues bien sabido es que las traiciones, deslealtades y engaños, son parte de sus características; así que ver cómo se desprenden de sus partidos políticos y cambian de ideales así como de calzones después de cagarlos, es cosa ya normal para los ciudadanos de a pie. Aquí el problema radica en el gasto público que representan sus “chistecitos”, además del hartazgo y enojo que generan entre los electores, quienes probablemente voten también de forma contraria a lo que en principio habían pensado, pero no por falta de valores, moral, ni compromiso, sino porque ya están (estamos) cansados de que una bola de cínicos y cínicas, jueguen cada elección con el presupuesto que se les otorga para gastar en campañas y que a la mera de la hora salgan con su “siempre no” y se van a apoyar a otro candidato o candidata. Eso aquí y en China son “jaladas”, (por no decir “chingaderas”, que sería lo más correcto en nuestro vocabulario nacional).

 

El próximo domingo 1 de julio, cuando los poblanos salgamos a votar, vamos a encontrarnos en las boletas con esos políticos que prefirieron hacer caso a su hambre de ambición personal y es allí donde, al menos a nivel federal, los electores nos podremos acordar que hay un político que lleva al menos 12 años fiel y firme a sus convicciones, a sus principios y a sus propuestas para gobernar nuestro país. Y sí, me refiero a Andrés Manuel López Obrador, quien aunque haya cambiado de partido político a finales de la década de los 80, para fundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, para después pasar por las filas del Partido del Trabajo (PT), hasta fundar su propio instituto político llamado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); al menos se ha mantenido firme en sus intenciones políticas y no ha declinado, ni se ha doblegado. En pocas palabras “no se raja”.

 

En Puebla, nueve (hasta hoy), son los candidatos que han declinado sus candidaturas: cinco de ellos del Partido Nueva Alianza (Panal), 2 del Verde Ecologista (PVEM) y uno del Pacto Social de Integración (PSI), quienes en su conjunto y según lo reportado al Instituto Nacional Electoral (INE), habrían gastado no menos de 6 millones de pesos. La autoridad electoral debería entonces sancionarlos por uso indebido de recursos públicos, pero como esto es técnicamente “nuevo” nada se puede hacer y  pues se queda para la discusión posterior, si es que hay voluntad política, claro. Por el momento solo nos queda ver cómo se tiró y desperdició dinero sin que a nadie se le finquen responsabilidades jurídicas, porque simplemente no está previsto en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

 

Entonces, si por ejemplo alguien quería votar en Puebla por Alejandro Romero Carreto, ahora ¿por quién lo hará, así como los miles de militantes que se sabe pertenecen al magisterio?, si su candidato renunció a la postulación para ser gobernador y representaba al Partido Nueva Alianza. Todos pensarían que por Martha Erika Alonso Hidalgo, pues si bien ella está postulada por el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y el PRD, no hay que olvidar que en la elección del 2010, el Panal era parte de una coalición que llevó al triunfo a su esposo Rafael Moreno Valle Rosas. O los que iban a votar por Juan Carlos Natale y el Partido Verde, ahora lo harán por los candidatos de Morena? Vaya confusión en la que podrían estar metiendo a los electores.

Qué ganas de burlarse de los ciudadanos.

Pero pensemos e imaginemos en la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador, cuando se convierta en Presidente de la República, emita una recomendación (porque no podrá hacer más) para que el Congreso de la Unión trabaje en las reformas electorales necesarias y que junto con los ciudadanos que representan al INE, establezcan sanciones futuras a quienes habiendo utilizado recursos públicos para una candidatura declinen; obligándoles con penas económicas o de cárcel a resarcir el daño patrimonial que causen, pues bien podría considerarse que hay engaño y hasta un fraude a la sociedad ¿no cree usted?.

 

En Puebla por “quien sea”… Para Presidente por “ya sabes quién”.

 

El proceso electoral de este año, mismo que está  a punto de concluir, lo hemos vivido con el uso de los medios de comunicación de masas tradicionales como la televisión, la radio y la prensa escrita, no obstante el uso de las nuevas tecnologías hace que los medios alternativos de información como las redes sociales hayan desempeñado un papel fundamental para que los votantes tomemos decisiones.

 

En publicidad, marketing y propaganda se dice que “la percepción se vuelve realidad” y eso sin duda estaría dando el triunfo a López Obrador, pues según los estudios efectuados por la consultora GLAC Security Consulting Technology Risk Management y retomados por El Financiero, el candidato de Morena es quien ha tenido 15 millones 573 mil 455 menciones, equivalentes al 46.8% del total de las referencias en ese periodo.

 

Atrás está el candidato de la alianza “Todos Por México”, José Antonio Meade, con 9 millones 24 mil 850 de referencias y una participación del 27.1% en el volumen total de menciones. Ricardo Anaya, el abanderado de la coalición “Por México al Frente”, acumuló 6 millones 886 mil 740 alusiones, es decir, 20.7 por ciento del total.*

 

¿La comunicación mediática es una manifestación de poder social? De ser así, estaríamos solo esperando los tiempos para ver como la real alternancia política llega a nuestro país el domingo 1 de julio; así que ¡todos a votar!

 

*Fuente: Periódico digital Regeneración del lunes 25 de junio 2018.

 

Mtro. Omar Espinosa Herrera

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