Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Justo en el momento en que crecía la crisis al interior de Morena, cuando Alberto Jiménez intensificó su campaña de promoción publicitaria al interior del estado y Enrique Cárdenas lograba sumar a sus actividades a los panistas tradicionales, aparece una orden de aprehensión contra Mario Marín.
Es una verdadera jugada maestra.
Toda la atención de la clase política y de los poblanos está centrada en saber si capturarán o no a Mario Marín.
La rebeldía de Alejandro Armenta quedó ya como un tema secundario y ni si quiera su segundo juicio ante el TEPJF ha logrado atraer la atención de la clase política y los medios de comunicación.
Los priistas ya no saben ni cómo justificar el regreso de Mario Marín a la vida pública y mucho menos que haya aparecido en el inicio de la campaña de su candidato a gobernador, Alberto Jiménez Merino.
Otra vez la gente ve al PRI como una pésima opción y si en algún momento Alberto Jiménez pensaba que ya había rebasado a Enrique Cárdenas eso ya no sucederá y se quedará en el tercer lugar.
Y lo mismo ocurre a los panistas que ahora centran sus ataques en los priistas y contra Mario Marín Torres.
Es una jugada perfecta para ejemplificar “La Caja China” y centrar la atención en Mario Marín.
En tanto, el candidato de Morena, Miguel Barbosa, sigue con una estrategia de reconciliación y propuestas.
Cuando es necesario habla de Mario Marín pero está centrado en seguir su propia estrategia en donde ha logrado sumar a los sindicatos del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Puebla.
Y parte de esa estrategia fue no acudir al evento de la Ibero para evitar ataques de los candidatos del PRI o PAN y decidió aceptar la invitación de la 28 de Octubre.
En las campañas la estrategia es fundamental y la orden de aprehensión de Mario Marín fue el elemento que hundirá al PRI y distraerá al PAN en lo que resta de la campaña.
¿O me equivoco?
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