Juan M. López Arroyo / @juanm_lopeza
* Reconozco y agradezco la apertura de Carlos Gómez para reflexionar sobre los temas de actualidad
Mucho se habló, en las pasadas elecciones locales, de lo difícil que sería para el PRI, y en general para todos los partidos políticos, conseguir cuadros adecuados que compitieran por un puesto de elección popular para ser dignos representantes de la sociedad en las presidencias municipales. Ya que como recordamos la Reforma Constitucional, presentado por el Presidente Enrique Peña Nieto, que obligaba a una real y efectiva paridad en la postulación a cargos de elección popular, lejos de ser visto como una gran oportunidad y que a la larga será un parteaguas histórico para lograr la ansiada equidad en material política, muchos lo vieron como un grave problema por la falta de los cuadros adecuados, sobre todo en los municipios pequeños y medianos.
Pues de tal suerte que en los procesos internos en los partidos en nuestro estado no estuvieron exentos de todas las complicaciones originados, muchas veces, por prejuicios existentes como la mentalidad aún machista de muchos institutos políticos, que diera como consecuencia la falta de apertura a nivel municipal para dejar una libre participación de las mujeres.
Como dice el clásico “haiga sido como haiga sido” se logró completar la cuota; se fueron a las elecciones y se obtuvieron los resultados que, a nivel nacional, hoy nos permite hablar de las cámaras federales, tanto de diputados como senadores, pues resultan las más equitativas en materia de género que han existido a lo largo de la historia.
Teniendo en cuanta que en nuestro estado 46 mujeres gobernarán algunos de los municipios más poblados, empezando por Puebla capital y quienes a partir del 15 de octubre empezarán a ser las primeras autoridades. De igual forma se destaca la participación de dos senadoras, 20 diputadas locales, siete diputadas federales, dando un total de 75 mujeres que ocuparán los cargos de elección popular más importantes de la entidad.
A manera de retrospectiva, a la larga se verá que esa decisión histórica se analizará y será muy claro que este importante salto que dió la Reforma Constitucional del Presidente Enrique Peña Nieto, ha obligado y catalizado que todas las fuerzas políticas, a partir de este momento, empiecen a trabajar real y verdaderamente con el género femenino, abriendo oportunidades y dando la confianza necesaria en algo que no se está inventando, sino más bien que ya existe y es la fortaleza, la decisión y capacidad femenina, no solo en política sino en todos los ámbitos.
Esta Reforma Constitucional obliga a algo que de hecho ya existía, porque quien lleva las riendas de un hogar fácilmente puede llevar una nación, sin embargo, las mismas limitaciones internas que siempre generadas por las costumbres de preferencia hacia el género masculino han cerrado esos espacios, ahora la mujer ya no busca un empoderamiento, ya lo tiene, le toca trabajar hacia el empoderamiento económico que permita la autonomía de sus decisiones, el marco está creado, la puerta está abierta y el mundo ahora es de las féminas.
