Carlos Gómez / @gomezcarlos79
El diputado Gabriel Biestro asumió por cuenta propia el papel de verdugo dentro y fuera de Morena.
Dentro y fuera del Congreso del Estado.
Dentro y fuera del Gobierno del Estado.
Dentro y fuera de los Ayuntamientos.
Su cercanía con el próximo gobernador, Miguel Barbosa, es innegable pero surgen muchas dudas si sus acciones y amenazas son con el consentimiento del próximo mandatario o lo hace por cuenta propia.
Hay síntomas que deberían encender los focos rojos por todo el poder que ya concentra y ejerce Gabriel Biestro.
La caída de José Juan Espinosa es un acto que debe adjudicarse exclusivamente al gobernador electo, Miguel Barbosa, pero ejecutado por Gabriel Biestro.
La amenaza contra las diputadas de Morena para votar todas las propuestas parece por cuenta propia de Biestro.
El amague contra el secretario de Finanzas, Jorge Estefan Chidiac, por el pago del evento Smart City también es por cuenta del diputado Biestro.
La guerra declara contra Tony Gali para “descarrilarlo” y que no llegue a la boleta electoral del 2021 parece una maniobra de Biestro en común acuerdo con Fernando Manzanilla.
La amenaza de desaparecer el Instituto Electoral del Estado también parecer ser obra de Biestro –con el aval de Miguel Barbosa-.
Todo el poder que actualmente concentra Gabriel Biestro se ha convertido ya un foco rojo en materia de gobernabilidad para Guillermo Pacheco y lo será para Miguel Barbosa.
Está claro que Gabriel Biestro jugará el papel de verdugo en el gobierno de Miguel Barbosa.
Sin embargo, ya empezó con excesos que pueden ser contraproducentes para el próximo mandatario.
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