El Papa admite que no se actuó a tiempo en el caso de sacerdotes pederastas

El papa Francisco el 19 de agosto de 2018 en el Vaticano. GREGORIO BORGIA AP

EL PAÍS

El papa Francisco ha afirmado que “nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado” por los abusos a menores por parte del clero. El Pontífice ha vuelto a expresar su arrepentimiento en una carta abierta después de que la Corte Suprema de Pensilvania (EE UU) pubicara un informe que documenta un millar de casos de abusos sexuales perpetrados por curas: “Hemos descuidado y abandonado a los pequeños”. Para él, es primordial “generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

“Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas”, ha señalado. El Papa ha escrito esta carta después de la publicación del informe que documenta 300 casos de “sacerdotes depredadores sexuales” en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania.

Para el Papa, los escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica norteamericana, que fueron cometidos en su mayoría antes del año 2000, son un “crimen que genera hondas heridas de dolor e impotencia” en las víctimas, sus familiares y “en toda la comunidad, sean creyentes o no creyentes”.

“El dolor de estas víctimas es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado. Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar o, incluso, que pretendieron resolverlo con decisiones que aumentaron la gravedad cayendo en la complicidad”, ha explicado.

Para que estas situaciones no se vuelvan a repetir, el pontífice ha pedido a los responsables eclesiásticos que denuncien los posibles casos de abusos en el futuro: “La solidaridad nos exige, a su vez, denunciar todo aquello que ponga en peligro la integridad de cualquier persona. Solidaridad que reclama luchar contra todo tipo de corrupción, especialmente la espiritual”. “Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”, ha afirmado.

El papa Francisco también ha explicado que en varias partes del mundo se está trabajando para proteger la integridad de niños y de los adultos y aplicar la “tolerancia cero” a los abusos sexuales. Aunque reconoce que se han “demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias”, confía “en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro”.

Fuente: EL PAÍS