Claudia Rivera le ganó la batalla política y mediática a Gabriel Biestro

Carlos Gómez / @gomezcarlos79

La reunión entre Claudia Rivera y Tony Gali dejó dos cosas en claro: la presidenta municipal electa no traicionó a Morena y a Miguel Barbosa; y que Gabriel Biestro mandó malas señales de manera interna y externa.
El más perjudicado por el “exceso” de Gabriel Biestro es, sin duda alguna, Miguel Barbosa.
Aunque todos sabemos que Gabriel Biestro no se manda solo y el exceso que intentó cometer contra Claudia Rivera al pedirle que no se reuniera con Tony Gali fue una orden de Miguel Barbosa.
Ayer Claudia Rivera salió bien librada mediática y políticamente de su reunión con Tony Gali.
En la reunión y en entrevista posterior al encuentro enfatizó que no reconoce a Martha Erika Alonso como gobernadora electa.
¿Dónde está la traición a Morena?
¿Dónde está el “error estratégico” que planteó Gabriel Biestro unas horas antes de la reunión?
Claudia Rivera se portó a la altura y jamás abandonó el barco de Morena y nunca le dio la espalda a Miguel Barbosa.
Lo único que consiguió Gabriel Biestro fue mandar malas señales al interior y exterior y fue él quien cometió el “error estratégico”.
De manera interna hubo una división de opiniones sobre la reunión entre Tony Gali y Claudia Rivera y la mayoría apoyaron a la presidenta municipal.
Gabriel Biestro lo único que demostró es que es un líder que no puede, ni podrá, controlar a la presidenta municipal electa.
Y de manera exterior evidenció que el partido Morena en Puebla no está tan “unido” como presumen.
Nada hubiera pasado por la reunión entre Tony Gali y Claudia Rivera, pero Gabriel Biestro armó un escándalo innecesario.
No hubo traición de Claudia Rivera a Morena.
Gabriel Biestro perdió esta batalla.
Y Claudia Rivera se ganó el respeto de todos.
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